En una intervención de apenas dos minutos, el actual director general de Telemadrid, José Antonio Sánchez, defendió ayer en la Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso su candidatura a la presidencia de RTVE. Fue una presentación breve y parca, sin apenas compromisos de futuro, como el que se sabe ganador antes de empezar el partido, en la que se limitó a exponer a grandes rasgos su currículo profesional. No explicó el modelo de televisión pública por el que apuesta ni se pronunció sobre la posibilidad de que aplique un expediente de regulación de empleo (ERE) de forma inminente en la televisión estatal. En respuesta a la batería de preguntas formuladas por los miembros de la comisión, Sánchez aseguró que no tiene "ni idea" sobre la presunta aparición de su nombre en los papeles de Bárcenas,pero admitió que hace 20 años realizó trabajos para el PP. "Me autorizó el director de la empresa privada en la que trabajaba", precisó.
A excepción del PP, todos los grupos parlamentarios cuestionaron la candidatura de Sánchez. Los diputados le recordaron su pasado profesional, tanto en Telemadrid, empresa a la que se incorporó en 2011 y en la que firmó un ERE que implicó la salida de 860 trabajadores (de una plantilla de casi 1.200), como en RTVE, donde ocupó la dirección general entre 2002 y 2004, cuando el grupo audiovisual era todavía un ente público.